Con un software de última generación que proporciona mayor integridad de los datos y mayor rendimiento, estas unidades SSD PCIe Gen4 se presentan en capacidades que llegan hasta los 30 TB.
La división de electrónica de la multinacional surcoreana Samsung ha presentado sus dos nuevas series de almacenamiento SSD, PM1733 y PM1735, que utilizan el estándar de conectividad PCI Express de cuarta generación (Gen4).
Son, en total, diecinueve modelos de unidades repartidos en estas dos series, y que implementan las últimas novedades en software para la gestión del espacio de almacenamiento para ofrecer el mejor rendimiento en el centro de datos.
La primera de las innovaciones que Samsung ha introducido en estas unidades SSD PCIe Gen4 es la tecnología FIP, con la cual permite asegurar el mantenimiento de la operativa normal de las unidades incluso si se produce un fallo a nivel de chip. Esto permite calificar a dichas unidades como de “never-dying” (hablando en plata, “que nunca se mueren”).
Estas unidades pueden detectar un chip NAND que adolece de un fallo, escaneando para encontrar cualquier inconsistencia en los datos debido a ello, para luego recolocar esos datos en un chip que todavía funcione correctamente.
Si, por ejemplo, el sistema detecta un fallo en alguno de los 512 chips NAND que se encuentran dentro de una unidad SSD de 30,72 TB, el software FIP automáticamente activará el algoritmo de protección ante errores a nivel de chip, manteniendo la estabilidad del rendimiento del disco.
Tecnología para mejorar el almacenamiento

La tecnología de virtualización de Samsung permite la división de una única unidad SSD en un máximo de 64 unidades lógicas distintas, con lo cual facilita el proporcionar espacios de trabajo virtuales independientes para múltiples usuarios.
Esta misma funcionalidad también facilita que los discos SSD lleven a cabo algunas de las tareas virtualizadas que, típicamente, son realizadas por la CPU, como la virtualización E/S Single-Root (SR-IOV, por sus siglas en inglés), lo que requiere de menos tiempo de CPU por parte de los servidores y SSDs.
La tecnología V-NAND de machine learning facilita la predicción y la verificación de las características de la celda, así como la detección de cualquier variación en los patrones de la circuitería, mediante el análisis de big data.
Una SSD construida con más de 100 capas de NAND de cuatro bits, la cual requiere de un control de celda mucho más preciso que las NAND de tres bits, puede generar niveles máximos de rendimiento, capacidad y fiabilidad que puedan requerirse en un servidor o almacenamiento en un centro de datos.
Estas nuevas unidades se encuentran disponibles en dos formatos: 2,5 pulgadas (U.2) y HHHL (de tipo tarjeta), con capacidades que van desde los 0,8 hasta los 30,72 TB.