En los entornos de diseños se manejan grandes cantidades de información constantemente y esa información es vital para cualquier proyecto por lo que, unos buenos discos SSD para salvaguardar los datos, se convierte en la mejor opción posible.
Cualquier equipo de diseño o cualquier técnico tiene, en su trabajo diario, multitud momentos en los que no puede fiarse tan solo de un ordenador, sino de tener los datos o los resultados obtenidos a salvo y, sobre todo, “a mano”.
La posibilidad de un cuelgue en el ordenador, una instrucción mal dada o una caída de luz, no pueden provocar la interrupción de un diseño o de una programación.
Si bien cada vez más, trabajamos con la nube, no hay nada más práctico que unos pequeños discos SSD para llevar en el bolsillo al finalizar la jornada todos los datos. Incluso para poder ir a otro sitio a seguir con el diseño, un ingeniero necesita poder acceder rápidamente a esos datos sin ningún tipo de trabas.
Es en estas ocasiones en donde unos buenos discos SSD, de reducido tamaño, ligeros y fáciles de llevar, se convierten en la solución ideal.
La solución antes de la pérdida de datos
Como buen ejemplo de esto, los modelos SD600Q 240G de ADATA Technology ofrecen hasta 440 MB por segundo de lectura y escritura, es decir, cuadruplican la velocidad que se obtendría con discos duros externos.
Lo hacen gracias a su Flash NAND 3D, que logra un excelente rendimiento, fiabilidad y tiempos de carga mucho más cortos. Además, este SSD cuenta con una construcción resistente a los golpes, funcionalidades de disipación de calor, funcionamiento silencioso y eficiencia energética.
En cuanto a la ergonomía, pesan solo 60 gr son del tamaño de la palma de la mano y están encapsulados en una carcasa de silicona que absorbe los impactos, lo que ofrece la máxima protección para los datos y la unidad en su interior.
De hecho, estos discos SSD pueden sobrevivir a caídas desde 1,22 metros y cumplen el estándar militar MIL-STD-810G 516.6 de EE. UU.
Para finalizar, no necesitan ningún tipo de controladores para Windows, Mac OS o Android y admiten la conexión en caliente. Así, funcionan de manera inmediata con equipos portátiles, tabletas, teléfonos inteligentes o consolas.
Gracias a esta característica, compartir y mover el contenido entre diferentes plataformas resulta muy sencillo, y no tienes que preocuparte de instalaciones eternas o de perder los datos de tu diseño. Muy recomendables.
